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lundi, avril 28, 2014

Estados inmateriales

Regreso a Caracas en un vuelo de madrugada desde el D.F... He ido pensando muchas cosas, pero el FB ha ido devorando por fragmentos las cosas que se me acumulaban en la cabeza. Ese es el problema, que un dispositivo recupere siempre el "detritus", lo que queda de las sensaciones, los pensamientos, impresiones...

Tengo mis Paintings, como diría Rimbaud, solo que cada uno encierra múltiples significados.

De regreso siento que es más fácil recorrer la experiencia cuando no está tan llena de acontecimientos, que hay algo de experiencia desnuda necesaria par poder observar. Observar sin ruido, en el silencio. Cuando entro en mi casa, siento que es un privilegio, que nazco de nuevo, tengo Mis espacios, puedo hace rol que quiera con las palabras. Es todo un goce, una alegría. Y vuelvo a pensar lo mismo (quizás cerca de los Pirineos, en el suroeste de Francia, haya sentido algo semejante): que mi experiencia se completa con la presencia de los demás, en realidad es a través de otras personas que cada cosa se construye. La soledad es el espacio y el cuerpo son ellos y ellas.

No me suena abstracto es tan concreto como lo que siento ahora mismo, algo sólido, extenso.

Tenía mas ideas pero el calor no me deja pensar mucho. Pausa. Regreso a este espacio más tarde.

mercredi, avril 23, 2014

Bajo el volcán

En Cuernavaca, disfrutando del sol de México, del cielo azul añil, de las piedras prodigiosas del volcán. Son materias que me son familiares, como los olores que se elevas de las veredas transpiradas del sol intenso. Encontrar este estado de armonía me hace amar la vida aun más, tener un poco de miedo a ese abandono que un día llega. Siento que todo mi cuerpo respira con ganas, con pasión. No puedo evitar inscribir esto que vivo, aunque sé que más fuerte que las palabras es la vida misma. Ella se impone.
Quería analizar el tema de los novelistas que se van, de cómo se construyen mitos, leyendas, a través de anécdotas que han sido inscritas en una frase dicha por alguien, repetida hasta convertirse en memoria. Es curioso esto, le decía a Olivier, el hecho de que hubiese tanta gente en Bellas artes para rendirle homenaje a Gabriel García Márquez, y que las librerías estén tan desiertas, tan empolvadas, tan llenas de libros de autoayuda. El fenómeno mediático podría hacer pensar que la gente en América latina desea leer, sin embargo, no sé, no es una realidad literal al hecho de que asista tanta gente, es más el resultado de una cultura de la imagen, de la imagen de la persona políticamente correcta y asimilada. Tal vez a GGM no le hubiese gustado la idea de una ceremonia tan formal y de ser recuperado como un símbolo de la "latinoamericanidad"... o sí?

vendredi, avril 18, 2014

sigo siendo

he visto con mucha alegría el documental de Javier Corcuera sobre la música peruana, Sigo siendo. No solo me gusta por la mirada que tiene en el trabajo con la imagen y las personas, si no, porque nos  acerca lo que deberíamos ser capaces de percibir sin que nadie nos lo explique: que el Perú tiene la riqueza de su diversidad cultural, que el país es un mosaico de culturas, idiomas, civilizaciones. Porque también se trata de reconocer la sabiduría de los pueblos precolombinos, de cómo, a pesar de que el mito de la modernidad se impone, existen estos pliegues de la realidad tan cargados de sentido. Se trata también de reconocer en esas poblaciones, amazónicas, andinas, un valor como civilización, quizás el más sabio, saber vivir con su entorno, la vida frugal, la espontaneidad y la riqueza de las relaciones. No quiero idealizar, conozco el mundo andino y no es todo idilio, posee su lado violento, y yo me pregunto, cómo es que analizamos esa violencia, si no es nuestra mirada la que es violenta. Lejos de relativizar, lo que más me impactó es su sensibilidad, la sensibilidad hacia las otras esferas vivas, y de hecho, el silencio. Tal vez podríamos mirar hacia allí para escribir nuestro futuro, no limar todo imponiendo un modelo que se centra en la mercantilización y la ausencia, no hundirnos en el desarraigo. A lo mejor ese saber detenerse a observar, a tocar la tierra, sentir olores, dejar la camisola de fuerza.
Siempre he sentido que debía inscribir en palabras la experiencia, a pesar de que he nacido en la sierra, mi tradición es escrita, empieza a ser escrita desde muy pronto, hablar poco, escribir. Eso no me ha hecho abandonar la relación con el espacio andino, con los olores, con la tierra en general. Entonces sí, la modernidad no se contradice con la frugalidad, la sobriedad o la austeridad, la Modernidad está en nuestras cabezas, en la manera cómo miramos el mundo, sin pensamiento único, sin estereotipos... dejemos hablar al tiempo, a todos nuestros ancestros, mirarlos con suavidad, eso es, en este documento hay suavidad...

Viaje a México, no he podido detenerme mucho en Caracas que está silenciosa, éxodo general a las playas por semana santa...Yo siempre he detestado estas fiestas, desde niña....

lundi, avril 07, 2014

La distancia

Me pregunto ¿cómo es posible tanta distancia con mi país? He caminado esta mañana y sentía que no reconocía la mayoría de lugares, todo me parecía lejano, distante. En poco tiempo, Lima ha cambiado, se ha integrado a la "aldea global", es una ciudad que va dejando atrás su raigambre popular, fragmetándose, estandarizándose. He colgado algunas cosas en el Facebook, comentarios que han ido saliendo en ráfagas, pero necesitaba detenerme unos instantes en estas sensaciones.
Ayer, ida y vuelta a Chaclacayo, si no hubiese sido por mi familia, ese lugar sería también fantasmal. No reconozco nada o no me siento cerca de lo que está pasando aquí. Un país puede despersonalizarse, volverse un híbrido, vender su alma si es que no sabe mantenerse firme y coherente con su pasado, con lo que es, sin encerrarse, tendiendo puentes.
No sé si el Perú está en esa dirección. No tengo mucho tiempo para mirar lo que está pasando, la vida jala, empuja. El centro de Lima me ha parecido menos estereotipado, más auténtico, como si impusiera su propia identidad pese a este boom inmobiliario.
El día está espléndido pero me siento extraña, o seré yo la que ha cambiado demasiado y ahora la complicidad es casi imposible. No lo sé, veremos.